¿Que
es la contaminación lumínica ?
Es toda la luz que se
emite o escapa por encima de la horizontal de las luminarias
en una instalación de alumbrado de exteriores. Produce un halo
luminoso o resplandor sobre las poblaciones, al iluminar las
particulas de polvo o agua que el aire contiene en suspensión.
Cuando hay nubes, la base de éstas se ve iluminada.
Nosotros vamos a ampliar esta
definición considerando como contaminación lumínica a toda
la luz que escapa fuera de la zona que queremos iluminar, es
decir, toda la energía luminosa desaprovechada, pués directa o
indirectamente tiene efectos perjudiciales sobre el medio
ambiente.
Causas
de la contaminación lumínica:
Una
muestra de algunas luminarias muy contaminantes.
- El uso de luminarias (farolas, proyectores o focos, etc) que, debido a un mal diseño luminotecnico o a una colocación inapropiada, dejan escapar buena parte del flujo luminoso fuera del area que se necesita iluminar.
- Una excesiva iluminación, produce asimismo importantes e innecesarias pérdidas de luz por reflexión en el suelo y demás objetos sobreiluminados.
- Una zona excesivamente iluminada, provoca que en las zonas vecinas se tienda a imitarla, igualando al menos aquel nivel de iluminación, produciendose una "reacción en cadena" que agrava el problema. Esto se debe a que el ojo humano necesita un cierto tiempo de adaptación entre diferentes niveles de iluminación, de modo que cuando pasamos de una zona con un exceso de luz a otra razonablemente bién iluminada tenemos la falsa impresión de que el alumbrado de esta última es pobre o insuficiente.
- La falta de sensibilidad de las personas y sobre todo de las entidades responsables es debida principalmente a una falta de información unida al hecho frecuente de que al vivir durante mucho tiempo con este problema, nos hemos acostumbrado a él y ya no lo percibimos como tal. Todo esto lleva a que, con frecuencia, a la hora de elegir un modelo de luminaria, al carecer de unos criterios propios y racionales, se utilice el recurso fácil de imitar a otras poblaciones con alumbrado contaminante, o a que solo se tengan en cuenta criterios supuestamente estéticos, olvidandose de su principal función que es la de iluminar bién.
En
esta foto se ve un ejemplo de los dos tipos caracteristicos de
luminarias contaminantes: farol con lámpara central sin
reflector (mal diseño) y proyector con reflector simétrico,
excesiva inclinación y sin rejilla o visera correctores
(utilización inadecuada). Los dos tienen importantes pérdidas
de energía y producen un notable deslumbramiento.
Consecuencias
de la contaminación lumínica:
Derroche
energético:
La
luz no aprovechada, que con frecuencia supera el 25 %
llegando en algunos casos a superar el 50 % (farolas tipo globo),
también tenemos que pagarla. Nos obliga a usar lámparas
de mayor potencia ya que solo estamos utilizando una parte de la
misma, perdiendose el resto innecesariamente. Este exceso de
consumo que deben de suministrar las centrales electricas, supone
un mayor gasto de combustible y, en consecuencia, una mayor
emisión de gases contaminantes a la atmósfera, responsables
entre otras cosas del efecto invernadero que está haciendo
aumentar la temperatura media de nuestro planeta y de la lluvia
ácida que destruye los bosques.
Deslumbramiento:
La
luz que incide directamente desde la lámpara en nuestros ojos
tiene una intensidad bastante superior a la que nos llega
reflejada por el suelo y por los obstáculos que en él se
presenten, haciendo que los veamos peor, ya que la abertura de
las pupilas se ha cerrado hasta adaptarse a aquella mayor
intensidad luminosa.
Este molesto
deslumbramiento nos produce fatiga visual , reduce nuestra
percepción y ,en consecuencia, aumenta el riesgo de
accidentes de tráfico, es decir, reduce la seguridad vial.
También
afecta negativamente a la vida nocturna de la fauna, en especial
a ciertas aves (un caso muy conocido es el de las crias de
pardela que en su primer vuelo se desorientan y se estrellan
debido al deslumbramiento de las poblaciones, hiriendose y
muriendo en muchas ocasiones).
Intromisión
en la vida privada de las personas:
Al
iluminar fachadas y ventanas con la luz no dirigida al suelo se
producen bastantes moléstias y se facilita la indiscrección de
los viandantes.
Dificulta
y llega a impedir la visión del cielo estrellado: Esta es una consecuencia
realmente lamentable para todos y muy especialmente para el
astrónomo, ya que ese maravilloso espectáculo, fuente
inagotable de conocimientos y de belleza, que indudablemente es
la visión del resto del Universo del que formamos parte, se ha
degradado de tal manera a causa de dicha contaminación, que
hasta hemos ido perdiendo la costumbre de mirar al cielo por las
noches, pués ha dejado de llamarnos la atención.
SOLUCIONES
A LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
CARACTERISTICAS
Y USO DE LAS LUMINARIAS:
Los
criterios a seguir en la elección de las luminarias, para
conseguir una iluminación eficiente de exteriores, podemos
resumirlos en estas tres normas básicas:
LA
LÁMPARA NUNCA DEBERÁ SOBRESALIR DE LA BOCA DEL REFLECTOR
El
haz de luz producido no debe extenderse fuera de la zona que
necesitamos iluminar, ya que ésta es energía que se pierde,
produciendo deslumbramiento, fatiga visual, etc.
EL
CRISTAL DE CIERRE DEBE SER PLANO Y TRANSPARENTE
El
cristal abombado o prismático dispersa la luz produciendo
importantes pérdidas de energía y deslumbramiento.
LA
BOCA DEL REFLECTOR DEBE ORIENTARSE SIEMPRE HACIA EL SUELO, CON EL
CRISTAL DE CIERRE EN POSICIÓN HORIZONTAL.
Cuando
el centro de la zona a iluminar se encuentre desplazado de la
vertical de la luminaria, se utilizará una con reflector
asimétrico, que produce un haz inclinado manteniendo horizontal
la boca del reflector.
Otra
solución aceptable, si la luminaria es de reflector simétrico,
consiste en dotarla con una rejilla o una visera que corte el
flujo superior y lateral, reflejandolo hacia el suelo, procurando
además que su inclinación no supere los 45 º.
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