martes, 12 de mayo de 2015

CONTAMIUNACION LUMINICA

¿Que es la contaminación lumínica ?
Es toda la luz que se emite o escapa por encima de la horizontal de las luminarias en una instalación de alumbrado de exteriores. Produce un halo luminoso o resplandor sobre las poblaciones, al iluminar las particulas de polvo o agua que el aire contiene en suspensión. Cuando hay nubes, la base de éstas se ve iluminada.
Nosotros vamos a ampliar esta definición considerando como contaminación lumínica a toda la luz que escapa fuera de la zona que queremos iluminar, es decir, toda la energía luminosa desaprovechada, pués directa o indirectamente tiene efectos perjudiciales sobre el medio ambiente.


Causas de la contaminación lumínica:
Una muestra de algunas luminarias muy contaminantes.
  • El uso de luminarias (farolas, proyectores o focos, etc) que, debido a un mal diseño luminotecnico o a una colocación inapropiada, dejan escapar buena parte del flujo luminoso fuera del area que se necesita iluminar.
  • Una excesiva iluminación, produce asimismo importantes e innecesarias pérdidas de luz por reflexión en el suelo y demás objetos sobreiluminados.
  • Una zona excesivamente iluminada, provoca que en las zonas vecinas se tienda a imitarla, igualando al menos aquel nivel de iluminación, produciendose una "reacción en cadena" que agrava el problema. Esto se debe a que el ojo humano necesita un cierto tiempo de adaptación entre diferentes niveles de iluminación, de modo que cuando pasamos de una zona con un exceso de luz a otra razonablemente bién iluminada tenemos la falsa impresión de que el alumbrado de esta última es pobre o insuficiente.
  • La falta de sensibilidad de las personas y sobre todo de las entidades responsables es debida principalmente a una falta de información unida al hecho frecuente de que al vivir durante mucho tiempo con este problema, nos hemos acostumbrado a él y ya no lo percibimos como tal. Todo esto lleva a que, con frecuencia, a la hora de elegir un modelo de luminaria, al carecer de unos criterios propios y racionales, se utilice el recurso fácil de imitar a otras poblaciones con alumbrado contaminante, o a que solo se tengan en cuenta criterios supuestamente estéticos, olvidandose de su principal función que es la de iluminar bién.
En esta foto se ve un ejemplo de los dos tipos caracteristicos de luminarias contaminantes: farol con lámpara central sin reflector (mal diseño) y proyector con reflector simétrico, excesiva inclinación y sin rejilla o visera correctores (utilización inadecuada). Los dos tienen importantes pérdidas de energía y producen un notable deslumbramiento.

Consecuencias de la contaminación lumínica:
Derroche energético:
La luz no aprovechada, que con frecuencia supera el 25 % llegando en algunos casos a superar el 50 % (farolas tipo globo), también tenemos que pagarla. Nos obliga a usar lámparas de mayor potencia ya que solo estamos utilizando una parte de la misma, perdiendose el resto innecesariamente. Este exceso de consumo que deben de suministrar las centrales electricas, supone un mayor gasto de combustible y, en consecuencia, una mayor emisión de gases contaminantes a la atmósfera, responsables entre otras cosas del efecto invernadero que está haciendo aumentar la temperatura media de nuestro planeta y de la lluvia ácida que destruye los bosques.
Deslumbramiento:
La luz que incide directamente desde la lámpara en nuestros ojos tiene una intensidad bastante superior a la que nos llega reflejada por el suelo y por los obstáculos que en él se presenten, haciendo que los veamos peor, ya que la abertura de las pupilas se ha cerrado hasta adaptarse a aquella mayor intensidad luminosa.
Este molesto deslumbramiento nos produce fatiga visual , reduce nuestra percepción y ,en consecuencia, aumenta el riesgo de accidentes de tráfico, es decir, reduce la seguridad vial.
También afecta negativamente a la vida nocturna de la fauna, en especial a ciertas aves (un caso muy conocido es el de las crias de pardela que en su primer vuelo se desorientan y se estrellan debido al deslumbramiento de las poblaciones, hiriendose y muriendo en muchas ocasiones).
Intromisión en la vida privada de las personas:
Al iluminar fachadas y ventanas con la luz no dirigida al suelo se producen bastantes moléstias y se facilita la indiscrección de los viandantes.
Dificulta y llega a impedir la visión del cielo estrellado: Esta es una consecuencia realmente lamentable para todos y muy especialmente para el astrónomo, ya que ese maravilloso espectáculo, fuente inagotable de conocimientos y de belleza, que indudablemente es la visión del resto del Universo del que formamos parte, se ha degradado de tal manera a causa de dicha contaminación, que hasta hemos ido perdiendo la costumbre de mirar al cielo por las noches, pués ha dejado de llamarnos la atención.

SOLUCIONES A LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
CARACTERISTICAS Y USO DE LAS LUMINARIAS:
Los criterios a seguir en la elección de las luminarias, para conseguir una iluminación eficiente de exteriores, podemos resumirlos en estas tres normas básicas:
LA LÁMPARA NUNCA DEBERÁ SOBRESALIR DE LA BOCA DEL REFLECTOR
El haz de luz producido no debe extenderse fuera de la zona que necesitamos iluminar, ya que ésta es energía que se pierde, produciendo deslumbramiento, fatiga visual, etc.

EL CRISTAL DE CIERRE DEBE SER PLANO Y TRANSPARENTE
El cristal abombado o prismático dispersa la luz produciendo importantes pérdidas de energía y deslumbramiento.

LA BOCA DEL REFLECTOR DEBE ORIENTARSE SIEMPRE HACIA EL SUELO, CON EL CRISTAL DE CIERRE EN POSICIÓN HORIZONTAL.
Cuando el centro de la zona a iluminar se encuentre desplazado de la vertical de la luminaria, se utilizará una con reflector asimétrico, que produce un haz inclinado manteniendo horizontal la boca del reflector.
Otra solución aceptable, si la luminaria es de reflector simétrico, consiste en dotarla con una rejilla o una visera que corte el flujo superior y lateral, reflejandolo hacia el suelo, procurando además que su inclinación no supere los 45 º.

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